¿TE HAS PARADO A MIRAR LAS MANCHAS BLANQUECINAS QUE ADORNAN TUS VASOS Y CUBIERTOS CUANDO LOS SACAS DEL LAVAVAJILLAS? ¿TEMES QUE LA LAVADORA YA NO LIMPIE IGUAL QUE ANTES? ¿HAS NOTADO QUE LOS GRIFOS ESTÁN PERDIENDO EL BRILLO ORIGINAL? LA CAL ENTORPECE A MENUDO LAS ACTIVIDADES DEL HOGAR, PERO ¿SABES A QUÉ SE DEBE?
Es posible que alguna vez hayas podido escuchar lo “dura” que es el agua de una región. Este término se utiliza para hacer referencia a la dureza del agua, esto es, a la cantidad de minerales (sobretodo, de sales de magnesio y calcio) que contiene una determinada proporción de agua. Así, cuanto mayor sea la concentración de minerales, más dura será el agua y más cal generará. En el caso de las aguas blandas, la concentración de minerales es más reducida.
Las aguas duras son las que causan mayores problemas en el hogar. Más allá de las poco estéticas manchas de cal, el agua dura produce también que algunos electrodomésticos (como la lavadora o el lavavajillas) se estropeen antes o que el efecto de los jabones utilizados sea menor. No obstante, han ido apareciendo productos en el mercado para combatir sus efectos negativos.
Existe una fórmula matemática para determinar la dureza total del agua, expresada normalmente en grados franceses (º F). En función del valor obtenido, y teniendo en cuenta que no hay una clasificación unánime, las aguas se pueden clasificar en cinco grupos principales, si bien en ocasiones se hace una distinción de tres o cuatro categorías:
- Aguas blandas: la concentración de minerales es muy reducida (entre 0 y 10°F).
- Aguas semiblandas: concentración de minerales reducida (entre 10 y 15° F).
- Aguas intermedias: de 15 a 30 ° F.
- Aguas duras: la concentración de minerales es alta (entre 30 y 55° F).
- Aguas muy duras: de 55°F en adelante.
Aunque en la mayoría de los casos es preferible que el agua que sale del grifo sea blanda, hay que tener en cuenta que la composición de minerales en agua va a depender, entre otras cosas, del tipo de terreno. Por lo tanto, la dureza del agua de una localidad va ligada a su situación en el mapa. Conocer este dato puede ser importante para tomar, si es necesario, las medidas oportunas.
En España, se pueden encontrar aguas con diferentes durezas: mientras en la mitad este del territorio predominan las aguas duras o las aguas muy duras, en el oeste ocurre lo contrario. Si es cierto que el agua muy dura es menos abundante, sí está presente en algunas provincias como Barcelona, Baleares o Murcia.